Si sufres de presión arterial elevada que no baja con nada, ​sientes fatiga, debilidad muscular, depresión, dificultad para conciliar el sueño, problemas digestivos, y tienes sobrepeso.

Quizás la respuesta esté en los altos niveles de cortisol en tu cuerpo. 

El cortisol, también conocido como la hormona del estrés, ​es liberada a los órganos del cuerpo como respuesta al estrés o por niveles bajos de glucosa.

Las glándulas suprarrenales que se encuentran justo arriba de los riñones son las encargadas de realizar esta función necesaria para preparar tu organismo para algún evento de alerta o peligro... correr o pelear.

Si vives en un constante estado de ansiedad, esta hormona será liberada de manera continua en tu cuerpo, lo que podría ​desencadenar serios problemas en tu salud.

Una tranquila caminata de al menos media hora al día te ayudará a bajar el estado de ansiedad.

El pescado azul o graso, tal como el salmón, el atún, las sardinas, las anchoas, son ricos en grasas omega-3.

Este tipo de grasas buenas contribuyen a bajar el exceso de cortisol, además de reducir el estrés debido a su efecto antiinflamatorio.

Evita las carnes rojas y procesadas, elimina los aceites vegetales, como el de canola, maíz o girasol.

Usa aceites como el de oliva o aguacate para tus ensaladas y aceite de coco para freír. 

Los jugos verdes son una excelente alternativa para tranquilizar el sistema nervioso.

Si no logras dormir plácidamente por culpa de esos molestos RONQUIDOS, prueba con esta solución: En la noche antes de ir a la cama, dale al roncador una cucharada de aceite de oliva virgen y... ¡DULCES SUEÑOS!